Gelsemium y Argentum nitricum, dos medicamentos homeopáticos complementarios

Aprendiendo homeopatía en el cine

Aquella tarde en la que vi por primera vez la comedia francesa Tímidos anónimos, no solo me divertí acordándome sin remedio de la gran película de 2001 Amélie (Jean-Pierre Jeunet)sino quetambién fue una degustación sensorial de chocolate y un aprendizaje homeopático porque los dos protagonistas comparten una profesión y pasión; el chocolate y una enfermedad que les conduce a terapia, la fobia social.

Dos chocolateros tímidos que se muestran ante sí mismos y los demás de un modo completamente diferente, interpretados de forma magistral por Isabelle Carré y Benoît Poelvoorde, se mueven entre el miedo social, el trabajo y una relación amorosa dificultada por el problema de salud.

Como siempre la homeopatía nos aporta ante la misma enfermedad (fobia social) soluciones diferentes adaptadas a la reacción individual de enfermar, en este caso dos medicamentos de uso diario en la consulta del médico homeópata como son Gelsemium y Argentum Nitricum, aunque sabemos que disponemos de muchos otros de igual utilidad.

La película de Jean-Pierre Améris, titulada en francés Les émotifs anonymes fue estrenada en el año 2010, casi una década después de las aventuras de Amélie Poulain obra maestra de Jean-Pierre Jeunet que nos dejó para siempre un personaje que ha pasado a formar parte de nuestras vidas a través de la gran interpretación de Audrey Tautou y la música extraordinaria de Yann Tiersen.

Angélique, la tímida que se desmaya en la primera sesión del grupo de autoayuda es una talentosa maestra chocolatera que ha perdido empleos y posibilidades de promoción laboral a pesar de su gran pericia.

Padece lo que los médicos conocemos como fobia social, y muestra una extrema timidez (Ambra grisea, Natrum muriaticum, Pulsatilla, Silicea) que se manifiesta con temor de anticipación y los síntomas que nos recuerdan al medicamento homeopático Gelsemium.

Como dirían Les Luthieres en su famoso Voglio entrare per la finestra ella teme y tiembla y se queda en blanco ante cualquier situación estresante como son las preguntas de los expertos sobre la elaboración del marmolado de chocolate.

En una escena de la película Angélique nos cuenta con su voz en off: “En cuanto había un examen y me miraban, en cuanto me convertía en el centro de atención perdía los papeles, me quedaba en blanco, era el pánico.”

Jean-René, que acude como ella a terapia de grupo para personas tímidas y con problemas de comunicación, regenta una fábrica de chocolate venida a menos, que va a remontar el vuelo con la contratación de Angélique.

En una escena le dice al terapeuta: “no tengo nada en contra de las mujeres, solo me aterran con voz trémula mientras se desanuda la corbata y rompe a sudar.

Cuando se enfrenta a una situación nueva o difícil (como hablar, tocar o declararse a Angélique) también tiembla, pero no se bloquea, no se queda en blanco sino que como el conejo de Alicia en el país de las maravillas se acelera, se precipita, tartamudea, no consigue centrarse en la conversación (elige vino blanco y tinto, carne y pescado, todo a la vez) porque está pensando en el futuro inmediato y suda profusamente hasta que al final de la escena huye avergonzado por su comportamiento.

Los síntomas de Jean-René nos conducen a la posible elección del medicamento homeopático Argentum nitricum (Iodum, Phosphorus), muy útil en el paciente ansioso precipitado.

Los empleados de la chocolatería contemplan desde la cercana distancia la relación profesional y sentimental de ambos, tanto con curiosidad como con interés porque de ello puede depender el futuro de la empresa y su puesto de trabajo.

Pareciera que el director conociera de primera mano la Materia médica homeopática porque como bien es sabido Argentum nitricum y Gelsemium son medicamentos complementarios (como terminarán siéndolo los protagonistas de la historia), ya que cuando la situación clínica llega al punto de que con el uso de Argentum nitricum no se va a poder solucionar el problema de salud hay que pensar en el empleo de Gelsemium.

La metáfora homeopática de esta historia divertida podría ser que cuando Jean-René-Argentum nitricum se siente incapaz de sacar la fábrica de chocolate de la crisis en que se encuentra, necesita a Angélique-Gelsemium para que todo vuelva a ir sobre ruedas.

Y al terminar la película, mientras el público se levanta y se pone sus abrigos, me quedo disfrutando de los títulos de crédito con el último sorbo imaginario de chocolate, las risas que dan salud y la homeopatía, en un intento por recordar mentalmente el quinteto de la timidez que suelo explicar en clase: Ambra grisea, Anacardium orientale, Lycopodium, Pulsatilla y Silicea, sin encontrar a Gelsemium ni Argentum nitricum.

Cuando salgo a la calle, mientras comparto con Arancha lo que la película me ha transmitido y miro hacia la calle Narváez, pienso en voz baja para que no crea que estoy un poco loco que quizás deba ampliarlo y hablar del septeto de la timidez.

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Sobre el Autor

Dr. Jose Ignacio Torres
Dr. Jose Ignacio Torres

Me llamo José Ignacio por una casualidad y soy un APRENDIZ.

Aunque nací en Madrid me considero de ninguna parte porque cualquier paisaje está lleno de belleza, y así todos son míos. VIAJAR genera conocimiento y disfrute tanto si es al exterior como al interior de uno mismo.

Aprendí de mi abuelo la GENEROSIDAD, de mi padre la TENACIDAD, de mis hijos la ALEGRÍA y de Arancha el RESPETO gracias a su amor y paciencia.

Mi familia, amigos, compañeros y pacientes son mis principales MAESTROS de medicina y de vida.

Me considero un ESCUCHADOR porque me gusta ayudar a los demás y no conozco puerta mejor a la compasión y a la terapia que la escucha.

Creo, después de tantos años, que la medicina es la tarea humana más hermosa en la que es necesario algo de ciencia y mucho de ARTE.

Persigo de modo incesante la BELLEZA e intento ponerle PASIÓN y COLOR a mi vida fuera y dentro de la consulta.

Me DIVIERTO y APRENDO con la pintura, la música, el juego, el baile, la poesía, el cine, la ópera, las narraciones y los espacios abiertos en los que me gusta envolverme con olores y vientos. Y los añoro en todos los entornos humanos que deberían estar llenos de ellos.

DISFRUTO con la compañía de las personas humildes y sabias que voy conociendo en el camino de la VIDA.

NECESITO escribir para curar las heridas que dejan la consulta y la vida.

He COMPRENDIDO no sin esfuerzo, que las palabras acarician y hieren, salvan y matan y por ello, lo que más deseo practicar es el SILENCIO que genera espacios de amor y de respeto.

Y mis PASIONES ocultas son el CHOCOLATE, el FÚTBOL, el color VERDE y MOZART que siempre va conmigo.

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Más información del Dr. Jose Ignacio Torres
Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos
Sociedad Española de Medicina Homeopática (SEMH)
Directorio de Médicos Homeópatas - CEDH

16 Comentarios

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  • Estimado Dr. Torres qué lujo es usted para el mundo de la medicina homeopática. Realmente me sentí muy identificada con su comentario de la película. ¡Cómo me gustaría saber de un médico homeópata aquí en Buenos Aires tan sensible, humilde y sobretodo tan atento para escuchar al paciente! Hace 16años que empecé a tratarme con homeopatia y fui a muchos médicos. Sufría de ataques de pánico (6 o 7 al día) y hoy gracias a Dios y una Dra. Homeópata ya estoy libre de ellos hace varios años. Lástima que ya no la tengo para seguir con el resto de los síntomas. En fin, en sus palabras recuperé la esperanza de encontrar algún muy buen médico homeópata aquí y eso ya es bastante. ¡Gracias y mil gracias Doctor Torres por sus palabras !

  • Estimado! Qué placer leer sus palabras! Empapelaría el mundo con ellas. Desde Buenos Aires, Argentina, lo abrazo con el corazón. (Soy paciente de homeopatía desde hace unos 40 años)

  • Me ha encantado el comentario,la exposición y la dulzura con que todo está planteado. Gracias por el trabajo realizado que me hace recordar que existen personas sensibles que comparten lo que viven con ese cariño con el que trabajan. Gracias.

  • Genial.
    Que ganas de ver la película, de tomar un buen chocolate con el consuelo, además, de que ante situaciones psicológicas variadas podemos acudir a la Homeopatía.
    Gracias, Jose Ignacio.

  • Qué maravilla leer tus reflexiones, José Ignacio, y qué acierto tus alegorías homeopáticas, qué bien poder reconocer en las imágenes, argumentos, palabras y sonidos musicales, esa unidad cósmica que, sí así lo queremos, todo lo puede curar y remediar tendiendo puentes entre el ser y el existir, en la medida en que lo permitamos, claro! Al fin y al cabo la enfermedad es la ruptura de ese vínculo inseparable entre cuerpo, alma, conciencia y vida . Y para ayudar en el camino estáis los médicos de verdad y una medicina universal como la intuyó Hannemann. Cuando se está despiertos, todo nos habla y nos enseña en una constante metáfora sin fronteras, que es tan necesaria, aunque no lo parezca, como el oxígeno que respiramos.
    Gracias, por compartir esas experiencias tan necesarias como hermosas.
    Un abrazo, querido amigo y maestro!

  • Enhorabuena Ignacio. Fántastico tu relato como siempre.
    Cuantos recuerdos con argentum nitricum y gelsemium, y que útiles con ignatia.. en mis sesiones de residente.
    Qué suerte Arancha poder disfrutar tras una buena película de tantas reflexiones inteligentes contigo.

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