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Homeopatía en el Tratamiento de los Problemas de la Piel

A menudo no le damos a nuestra piel la importancia que merece y es que no debemos olvidar que no solamente se trata de nuestro órgano más extenso si no también uno de los más importantes. Nuestra piel es nuestra intermediaria entre el mundo que nos rodea y el interior de nuestro cuerpo y actúa en constante interrelación con el resto de nuestros órganos.

Así, la piel es nuestra primera barrera protectora ante las agresiones físicas, químicas e infecciosas, es decir, nos protege del frío, el calor y el sol, las bacterias, los golpes, etc. Además, la piel controla nuestra temperatura corporal, así como la hidratación de nuestro organismo e interviene en el metabolismo. La piel es tan importante para nuestra salud que además tiene una actividad metabólica, es donde, gracias al sol, se sintetiza la vitamina-D. Y tampoco olvidemos su papel como órgano de interacción social en cuanto que recibe multitud de estímulos externos gracias al tacto e incluso es capaz de mostrar nuestras emociones.

Más allá, la piel es también parte fundamental de nuestra apariencia física. Una piel sana y cuidada puede repercutir directamente en nuestro estado de ánimo y autoestima, mejorando nuestro bienestar personal o, al contrario, causándonos grandes problemas de inseguridad. Es por ello por lo que el cuidado cutáneo facial y corporal, así como la salud de nuestra piel, son tan importantes.

Los beneficios de la homeopatía en el tratamiento dermatológico

Según advierte el Dr. José Ignacio Torres en su artículo publicado en Hablando de Homeopatía, los medicamentos homeopáticos pueden ser un gran aliado cuando hablamos de múltiples afecciones de la piel. Por ejemplo, durante la infancia es común que muchos problemas de salud se manifiesten a través de la piel y en la mayoría la homeopatía se presenta como una opción segura y efectiva, así como en otros problemas dermatológicos más propios de la adolescencia y la edad adulta, como pueden ser el acné o la psoriasis.

En general la piel, así como el cabello y las uñas, son a menudo un fiel reflejo de nuestra salud, y no solo en torno a problemas fisiológicos sino también psíquicos, como podría ser el estrés. Es por ello por lo que la homeopatía gracias a su visión global y personalizada, que tiene en cuenta tanto la enfermedad como las particularidades del enfermo y su situación, puede configurarse como un tratamiento muy eficaz y seguro.

Problemas dermatológicos que responden al tratamiento homeopático

A continuación, algunos ejemplos de problemas dermatológicos y patologías susceptibles de ser mejoradas o curadas con medicamentos homeopáticos:

Acné

Esta es la enfermedad cutánea más común en la actualidad. Afecta a los folículos pilo-sebáceos y suele comenzar en la adolescencia (entre el 80% y 90% de los adolescentes la sufren), aunque puede darse también en recién nacidos y mujeres jóvenes, o ser acné inducido por fármacos, por la rosácea y un largo etcétera. Por tanto, el diagnóstico del acné sea cual sea el momento de aparición, será en base a la presencia de determinadas lesiones cutáneas como la pápula, la papulo-pústula, el comedón, la lesión quística o el cutis graso, y será la asociación con otras variables como el rubor, el lugar, la edad de aparición o el consumo de fármacos lo que permitirá diagnosticar el tipo, así como sus posibles causas, lo que permitirá una mayor especificidad en el tratamiento y, por tanto, hacerlo más adecuado.

Para tratar las lesiones cutáneas se indican medicamentos como: EUGENIA JAMBOSA, KALIUM BROMATUM y ARSENICUM BROMATUM, entre otros, que se posicionan como altamente eficaces.

Para tratar la infección presente del folículo, así como su tendencia a la recidiva, tan frecuente en esta patología, se recomiendan medicamentos como: HEPAR SULFUR, PYROGENIUM, SILICEA o CALCAREA SULFÚRICA.

Molusco contagioso (sobre todo cuando las lesiones son múltiples o recidivantes)

Esta es una afección vírica de tipo verrugoso que, como su propio nombre indica, es fácilmente contagiable a través del contacto con las lesiones de la piel, siendo además autoinoculables. Comúnmente suelen aparecer en niños, siendo el pico de incidencia entre los dos y tres años.

Medicamentos homeopáticos como THUYA, MEDORRHINUM, DULCAMARA o CINNABARIS permiten tratar estas lesiones de forma menos agresiva, sin tener que someter al niño a curetajes o productos tópicos irritantes y dolorosos.

Psoriasis

La mayoría de las personas que la sufren presentan placas de piel roja y engrosada cubiertas de escamas de color claro, que suelen aparecer en codos, rodillas y zona baja de la espalda, aunque pueden salir en cualquier parte. No obstante, existen más tipos además de la psoriasis en placas, que es la más frecuente, como la psoriasis inversa, la eritrodérmica o la pustulosa.

Independientemente del tipo de psoriasis del que se trate, es una enfermedad autoinmune no contagiosa, las causas más comunes suelen ser el estrés, las infecciones, el abuso de alcohol, la exposición solar o incluso algunos medicamentos.

Para tratar las lesiones derivadas de la psoriasis podremos usar distintos medicamentos homeopáticos como ARSENICUM ALBUM, ANTIMONIUM CRUDUM o PETROLEUM, que nos ayudarán a controlarlas en los peores momentos.

Y para estimular los mecanismos de detoxificación y reducir los procesos inflamatorios podremos utilizar medicamentos homeopáticos como CHELIDONIUM, BERBERIS, SOLIDAGO, LYCOPODIUM o NUX VOMICA.

Dermatitis seborreica y el maskne

Durante la pandemia, aunque cada vez menos, la mascarilla se ha convertido en una prenda imprescindible en nuestro día a día y en muchos casos la llevamos durante horas. Este repetido y prolongado uso en muchos casos está repercutiendo directamente en el estado de nuestra piel, pudiendo empeorar problemas de piel preexistentes o generando otros nuevos como la dermatitis seborreica. Ya se ha acuñado un término para referirnos al conjunto de afecciones cutáneas derivadas del uso de la mascarilla, el maskne.

En concreto, la dermatitis seborreica es una afección que puede darse en cualquier edad, y que se da con facilidad por el uso de la mascarilla gracias al aumento del calor local y la falta de transpiración por el efecto oclusivo de las mascarillas -mayor aún con las FPP2 o KN95- acumulando sudor y gérmenes. Pueden surgir erupciones con picor, espinillas, pústulas o incluso forúnculos.

Ante esto se recomiendan medicamentos homeopáticos como SELENIUM, ARSENICUM ÁLBUM, MEZEREUM, HEPAR SULFUR, LYCOPODIUM o ARSENICUM IODATUM.

Bibliografía

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